sábado, 27 de junio de 2009

Etapa 6 O Cebreiro - Triacastela

Parecía increíble el poder llegar hasta aquí, ni yo mismo lo hubiera pensado pero a diferencia del año pasado, vamos a ser cautos y aparcar la arrogancia. Miramos únicamente a la siguiente etapa, ese es nuestro reto, la de hoy ha empezado con muchísima niebla, tanto que hemos tenido que enchufarle los antinieblas al carrito. Hemos cambiado de táctica y hemos desayunado antes de salir, un record, hoy a las 7:30 antes que nunca, eso sí, los últimos como siempre. Da igual, el "taca ta" del carrito avanza inexorable y al final los vamos pillando a casi todos, hasta que llega la mitad de la etapa que es cuando nos desfondados. El monte precioso, pero hacía bastante rasca, tanto que Nerea iba tapada y con el saco metida dentro de su choza. Ya va cogiendo confianza y encima me dice que la suba mas arriba para que vaya tumbada, que no pare de golpe, en fin, que al final me dan ganas de sacarla y que vaya andando. Como decía la montaña muy bonita, estamos a 1400 metros y bajamos 150 para luego volver a subirlos hasta el alto do Poio. Aquí después de subir una rampa considerable por un pedregal que todos nos aconsejaron no hacer, hemos vuelto a caer en lo de todos los días, el almuerzo. Bocatas, caldo gallego, en fin, reponer fuerzas para la bajada. La bajada ha sido bastante mala hasta Triacastela por la pista pero no me arriesgaba a pasarlas canutas como lo pasamos en la bajada de la Cruz de Ferro. No se que ha sido más duro si la bajado o el olor a mierda de vaca que nos ha acompañado todo el rato. Hemos ido pasando por aldeas en las que el adoquinado era un tanto líquido y de color marrón y aquí no sabían ni quienes eran los del Madrid con lo que ni conversación, eso sí, alguno que otro ya tenía sus bastones preparados para que algún incauto peregrino se los comprase. El segundo tramo de bajada a cambiado y aunque seguía siendo un pedregal se ha metido por bosque y ha sido de lo más bucólico que hemos andado hasta ahora. Yo, que decir, alguien de dará el piñazo por quedarse mirando el artilugio y ya le he cogido tanto callo a ponerme los mosquetones sin mirar, tanto por atrás cuando subo, como por delante cuando bajo que la gente flipa bastante. Sobre todo esos que llegan al alto de poio con su mochilita todos cansados como si hubieran hecho el logro de su vida y aparezco yo con el carro y Nerea silbando. Al poco me tengo que meter en un txoko para coger respiración porque el talante dura lo que dura.
Termino con una frase que me ha gustado mucho que tenía el restaurante de Remedios en el alto:
La felicidad
es hacer lo que quieres
y querer lo que haces
y no soñar tu vida
sino vivir un sueño.
No cambies nunca
y no dejes que nada enturbie
la pureza que desprende
tu corazón.

Veis ya me he puesto místico y tontorrón. Mañana Triacastela - Sarriá.

Etapa 5 Trabadelo - O Cebreiro

A las seis de la mañana todos en pie. A las 8 menos diez nos ponemos en marcha hacia O Cebreiro. Contábamos con que se trataba de una etapa de 19 kms que han resultado ser 23. A los 5 minutos de salir ha empezado a caer una fina lluvia que se iba haciendo poco a poco más intensa. Paramos y nos ponemos los chubasqueros y las capas de lluvia para que no se moje el equipaje y sacamos un plástico para poner encima del camino. A los dos minutos deja de llover. Continuamos la marcha y cuando ha pasado un cuarto de hora decidimos quitarnos todos los bártulos de lluvia; a los cinco minutos otra vez una fina lluvia empieza acaer. Repetimos la jugada y continuamos camino. A los diez minutos deja de llover ¿qué es esto? ¿cachondeo, o qué? A pesar de todo vamos a buen ritomo y los kms. se suceden sin que nos demos cuenta (¿no ha colado, no?). Durante un tramo del camino un perro nos acxompaña y Alex está encantado. El perrito nos sigue alegremente y ya empezamos a sospechar que es un perro abandonado y que tiene la intención de seguirnos hasta Santiago. Con gran alivio al cabo de un rato abandona nuestro ritmo y se une a otros peregrinos; digo gran alivio para mí porque Alex se pone muy triste ya que albergaba la esperanza de quedarse con él.
Después de 10 kms. decidimos parar a desayunar para coger fuerzas y enfrentar con buen ánimos la subidita a O Cebreiro.
Solo decir un par de cosas:
Es muuuyy laaarga muuuy laaarga y es muuuyy empinaaada muuuy empinaaada

El resto es indescriptible. Valen ha pillado martxa y se ha adelantado cual alegre corcel trotando por la pradera (tampoco ha colado, ¿no?). Bueno, ha tirado "palante" aunque con gran esfuerzo y yo animando a Alex que estaba destrozado y todavía con la tristeza del perro en su corazón. Finalmente hemos conseguido llegar y hemos tenido que dar la razón a un peregrino entrado en años que en los momentos duros de la subida le ha dicho a Alex esta frase que quedará grabada para siempre en nuestra memoria:

"SIN SUFRIMIENTO NO HAY GLORIA"







Etapa 4 Cacabelos - Trabadelo

Hola a todos los seguidores de la andadura, por fin hemos llegado a un sitio en donde tenemos internete a saco, tranquilidad, descarga de fotos y gratis, eso si, a pedo burra. Bueno poniéndonos al día y me toca comentar la etapa de dos pueblos de encanto acabados en "elo" desde ni mas ni menos que desde Triacastela, final de la etapa reina del camino. Si, sí habéis oído bien, ya hemos pasado lo peor pero he de decir que cada etapa tiene lo suyo pero ésta de Ocebreiro le tocará a Cris que me estuvo viendo el culo o mejor dicho el carrito, todo el camino o casi todo ... Bueno, la salida de Cacabelos hasta Villafranca del Bierzo, última gran ciudad de León. Casi toda la primera parte de la etapa transcurre por pista repleta de cepas alternando las subidas con las bajadas, nada bueno para las piernas en las bajadas cuando tengo que aguantar el carro. Llegamos a Villagranca unos 8 kilómetros después de la salida y parada obligatoria para desayunar. Ya nos hemos acostumbrado a hacer ésto, salimos para las 7:30 mas o menos y unos 8 kilómetros después nos metemos algún que otro bocata o lo que haya para picar como el otro día en Ponferrada que se metierron los churros con chocolate con el marco incomparable del castillo templario que protege a la ciudad, y os aseguro que no da ningún cargo de conciencia porque cuando paramos llevamos la espalda chorreando entre la mochila y el tirar. La segunda parte suele ser mas dura, nuestro Alex el que empieza a buen ritmo y fresco comienza a renquear parece que la barriga llena no le deja tirar, en este caso y pasado Villafranca hemos tenido que ir todo el camino por una especie de bidegorri paralelo a la carretera hasta llegar a Trabadelo. El final como viene siendo habitual duro, se nos ha quedado el piligrin atascado, hemos tenido que parar y nos ha caído un chaparrón. Lo justo para sacar los impermeables, cubrir el carro ... Trabadelo, es un pueblo sin más pero que a Cris parece que le gustó, ya a las puertas de Galicia y donde se empieza a vislumbrar el macizo galaico. El paisaje a cambiado por completo ya vemos montaña y mucho mucho verde, tanto de árboles, que está repleto de castaños como de huertas a la ribera de un río que nos acompañó hasta que empezamos a subir Ocebreio. El albergue muy bueno, cocina de lujo y poca gente, pero es la primera noche en la que hemos podido conversar tranquilamente con otros peregrinos. Allí hemos conocido a Victor, un chileno afincado en Bélgica y que ha hecho buenas migas con Nerea. A Thomas un australiano que estudia castellano y se pega la vuelta por el camino. A un Neozelandes que no paraba de hacerle fotos al carrito con su cámara de usar y tirar ( a saber su historia) e incluso un padre y una hija de Avila. Nos pasamos hasta altas horas (las 10 de la noche) que es cuando le empezó a hacer efecto la pastilla de dormir a Victor, hablan y conversando como es la vida y como se vive en cada uno de nuestros paises (incluso en Ávila). Bueno mañana nos toca la gran subida a Ocebreiro y mañana por la mañana bajaré a descargar la parte de atrás del carro que seguro que estará de nuevo a reventar.

Etapa 3 Molinaseca - Cacabelos




Llegamos a Molinaseca agotados y muy tarde (sobre las 5). Después de atravesar el pueblo preguntamos por el albergue y nos dicen que a unos 50 mts. más o menos. Después de recorrer un kilómetro aparece el albergue (una preciosa casa que invita al descanso y la relajación) . El hospitalero nos dice que está lleno y que vayamos al municipal que está un poco más adelante. Llegamos al lugar indicado y descubrimos un caserón que invita a cualquier cosa menos al descanso. Nos instalan en una hilera de 6 catres flanqueados por dos chicas. De las instalaciones mejor no hablar. Los niños se bañan en el río y disfrutan del resto de la tarde. LLega la noche y nos instalamos como podemos en el barracón. Oigo unos ronquidos y pienso que es Valen aunque resultan tan fuertes que me parece imposible que pueda dormir tan profundamente; cual es mi sorpresa cuando descubro que los ronquidos son de la holandesa del flanco derecho ( en mi vida había oído semejante estruendo).
Salimos a las siete y media hacia Ponferrada y descubrimos que Valen tiene unos ronchones rojos por piernas y brazos que le pican a rabiar (más tarde descubrimos que eran picaduras de chinches). Si las mirabas con atención formaban una frase que decía "Recuerdo del albergue de Molinaseca".
Cholcolate con churros al lado del Castillo de Ponferrada para coger fuerza y afrontar el resto de la etapa. Después de un buen rato al final de Ponferrada se oye un crack que viene del carro y que hace que nos giremos imanginando cualquier desastre; después de una rápìda inspección descubrimos la avería: Se ha hecho un siete en los bajos del carrito. Buscamos un sitio para parar, sacamos aguja e hilo y cosemos el siete, para mayor protección ponemos unos imperdibles de manera provisional ( ahí siguen a día de hoy). Cogemos impulso y retomamos la ruta (no me voy a enrollar y solo decir que hacía mucho calor y la etapa se hizo un tanto pesada). Nerea se quedó dormida en el carrito y Alex se paraba cada dos pasos porque le daban ataques de dolor en las piernas ( le habían salido unos granitos rojos que le dolían cantidad).
Al fin encontramos el albergue: Habitaciones dobles en semicírculo aprovechando el patio de la iglesia. ¡ Por fin íbamos a dormir solos!
Alex tiene las piernas que dan pena y de Valen mejor no hablar así que después de comer nos vamos a urgencias y la doctora nos dice que lo de Alex es alérgia al sol y lo de de Valen ya lo he comentado antes ¡chinches! Ambos enseñan las cachas y les ponen sendas inyecciones. A los pocos metros Alex palidece, se queda helado y decido volver al centro de salud donde lo tumban en la camilla hasta que se le pasa el mareo fruto de la inyección. El de las chinches no se marea porque para eso es un hombre y además jefe de la tribu.
Después del momentazo Osakidetza decidimos ir al río a disfrutar de la tarde. Los "Cacabelinos-anos-enses" o como se llamen se lo montan de lujo en el río y hasta se han puesto un trampolín.
De vuelta al albergue (decidimos que cenaríamos allí en el patio), cura de piés, masaje, estiramientos y a dormir que mañana hay otra etapa que afrontar.






miércoles, 24 de junio de 2009

Etapa 2 Rabanal del Camino - Molinaseca

Bueno, bueno, bueno, no quiero ni pensar lo se os está pasando por la cabeza. Claro que un McGyver no duda de sus inventos pero llegado el momento quizá uno piense que su arrogancia puede pagarla alguien más que el. Y no quiero disculparme pero todos sabéis que un prototipo no está para lanzarlo 15 Km desde el puerto y don musculitos aguantándolo cuando tendrá un peso aproximado con Nerea dentro de unos 30 -35 Kilitos. Pero no me quiero hacer el supermán ni mártir porque como dice aquel refrán "sarna con gusto no pica" y así de paso voy haciendo piernas para la behobia. Aprovecho la ocasión ya que la escritora está con los masajes, la crema y rebentando ampollas, lo típico por estos lares... ¡Y es que se ven unas joyitas de pies ...!
Pues como decía, aprovecho la ocasión para comentar la etapa de hoy que la podríamos dividir en dos partes: la de subida y la de bajada. La subida a sido un "ttipi ttapa" constante en la que el jefe de la manada (yo mismo) a tomado las riendas del equipo para marcar el paso. No ha llegado a ser duro el subir esos 8 Km hasta la cruz de ferro pero si pesado, y digo pesado en primer lugar porque la disck-jockey (Nerea) me ha llevado todo el rato con la radio y una música china que me voy a quitar el apelativo de burro por el del chino cudeiro; y segundo porque he llevado rondándome la cabeza y el cuerpo, así como unas 200 moscas más o menos. Ahora entiendo porqué la madre naturaleza dotó de cola a los burros, para espantarlas. Una vez llegados a la Cruz de Ferro previo almuerzo al lado de la taberna de Gaia en Fondebadón y cantando la canción de "Ikusi Mendizaleak" a coro. Hemos tirado las piedras de rigor y avanzado por el llano para tomar la bajada hasta Molinaseca. Al poco de pasar la Cruz Alex a empezado a renquear y me ha preguntado cuanto quedaba para llegar a Molinaseca. Yo como no llevo el mapa ya que lo lleva Kris y ya sabéis que lo último que hay que darle a una mujer es el mapa (menos mal que aquí todo el camino está indicado con flechas amarillas), le he dicho por lo que me acordaba, que quedarían unos seis kilómetros. La mirada de Alex mas que tranquilizadora ha sido aliviadora cuando de repente el y yo perplejos, vemos un cartel de señalización en el que indica que hay que tener máximo cuidado en el descenso por la carretera ya que hay una fuerte pendiente de unos 15 Km. La mirada entonces de aliviadora a pasado a odio y a ¿Aitá porque me mientes? cuando yo me he quedado igual que el, no he dicho nada y hemos tirado para adelante. En cualquier otra situación Kris viendo el panorama hubiera dado media vuelta, pero como lo que le espera al desandar era mas de lo mismo, ha callado y tirado para adelante. 4 Kilómetros después hemos llegado a Manjarín, después de una pequeña bajada donde estaba el Sr Tomás, una especie de templario - monje dando un sermón sobre el fin del mundo en tono un tanto galáctico, donde los seguidores han acabado rezando en circulo dándose la mano, no sabía si reir o llorar, al final lo lógico, nos piramos antes de que nos pillen como han pillado a nuestra compañera Marta. Nos despedimos y un tipo nos indica que ni se nos ocurra bajar con el carrito por el sendero que está peligrosísimo que hay unas rampas que parecen escaleras, y que mejor que vayamos por la carretera. Comenzamos la bajada, calculo que serán unos diez kilómetros en ese momento y empiezan los problemas, Alex se empieza a quedar en la bajada, primero que le pican las piernas, luego que le duelen los pies, que tiene ganas de giñar y yo cada vez que paramos tengo que aguantar con los riñones el peso del carro. Entonces decido cambiar el mosquetón y ponerlo por delante y aguantar de frente, todo cambia hasta que pasan 2 kilómetros y el dolor ahora a cambiado de posición igual que el carro. A duras penas conseguimos llegar a el Acebo y Alex ya quiere abandonar. Cuando le digo: ¡que pena no nos podremos bañar en Molinaseca! Reacciona y continua andando pero al poco vuelve a caer y va parando cada poco hasta que incluso insinúa que va a hacer dedo hasta Molinaseca. Entre que se le pasan los coches y que no baja nadie, llegamos a un prado con un restaurante, nos miramos los cuatro y sin mediar palabra decidimos parar a comer. Buena comida y mejor atención, el descanso nos ha venido bien pero todavía nos quedan 5 km de bajada y son las 4 de la tarde. Finalmente llegamos a destino sin ninguna mancha en nuestro expediente.

lunes, 22 de junio de 2009

Etapa 1 Astorga - Rabanal del Camino

Me despierto, decido que ya es hora de levantarme y compruebo que ya se han ido todos los peregrinos, miro la hora y son las 6:40, ya madrugan los condenados. Valen no ha pegado ojo en toda la noche, le pregunto los motivos:
Primero - Valen siempre duerme mal fuera de casa
Segundo - No para de darle vueltas a la seguridad y buen fuencionamiento del sistema que ha añadido al carro para hacer de burro.
Entre guardar sacos, vestir niños, bajar cosas, montar carro y demás, nos dan las 8:20. La mañana es fresca y comenzamos a caminar rumbo a Rabanal del Camino, tenemos por delante 22 km. No llevamos ni cien metros y ya empiezan los problemas, Valen es como el hombre orquesta lleno de artilugios por todas partes. Le tira la correa, a ver, afloja un poco, ay no! que ahora está muy suelta, espera la culpa es del arnés que está aflojándose por el lado izquierdo, "¡ mecagüenla ... si no puedo bajar la acera! Y yo, a ver, tranquilo, que ya voy, que se me ha salido el bastón del tope y no hay forma de cerrarlo, espera que me agache con cuidado que si me agacho de golpe se me vence el mochilón y me voy de cabeza, bueno yá, estás así mas cómodo. Después de varios sube y baja de acera ayudado por nosotros nos empezamos a dar cuenta de como se sienten los minusválidos con sus sillas. A este paso no llegamos a Rabanal hasta las diez de la noche ...
En fin, que entre estate bien y ponte quieto nos dá la hora de desayunar en Murias de Rechivaldo (cafecito, magdalenas y todasdas tamaño XL con tomate, aceite y cecina) . A partir de ahí todo a ido con mayor fluidez, hemos cogido ritmo y hemos ido avanzando a la velocidad prevista incluso hemos adelantado a un peregrino que con sus escasos 70 años se encontraba almorzando en un regazo del camino. La verdad es que el tiempo nos ha ido acompañando durante gran parte del trayecto, no era demasiada la temperatura e incluso se notaba una ligera brisa aunque lo negara Nerea desde su carrito.
Sobre la una y ahora sí, con un sol de justicia, vemos un cartel que nos anuncia que en 2,3 Km terminará por hoy nuestro peregrinaje. Yo creía que todos los kilómetros medían igual pero he descubierto que no. Estos dos últimos kilómetros han sido mas largos que los 19 anteriores. Aquí un miembro del equipo (y no soy yo) ha empezado a renquear y tras una petición de parada, hemos alcanzado al burro y le hemos cambiado la carga, el peso de Nerea por la mochila de Alex, si es que encima le hemos hecho un favor, ha ganadado con el cambio.
Una vez en Rabanal subimos por sus empinadas calles al albergue El Pilar que es como un oasis en el desierto (cuando colguemos fotos ya lo veréis).
Ducha, comida, descanso y a las siete cantos gregorianos en la iglesia del pueblo.
Hemos coincidido con algunos peregrinos del albergue de Astorga y supongo que a muchos de ellos nos los seguiremos encontrando en las siguientes etapas.
Mañana etapa Reina con el pico más alto del camino, la cruz de Ferro, y 25 km de etapa con la llegada a Molinaseca. A ver como bajamos los seis kilometros con las mochilas y el carro.

Etapa 0 Leon - Astorga

La hemos llamado así porque finalmente hemos decidido caminar desde Astorga. La compleja infraestructura y problemas logísticos han hecho que el día de hoy se convierta en jornada de preparción y reflexión. Digo lo de reflexión porque una vez instalados en el albergue San Javier, el gran jefe de la tribu empezó a dudar de la ingenieria del invento y con ojos suplicantes buscaba en los míos una respuesta tranquilizadora. Debo decir que semejante situación solo se me ocurrió reir a carcajada limpia y decirle que "si hombre, te estás agobiando sin motivo", pero para mis adrentos pensaba que la cosa no pintaba tan fácil como en un principio planificamos desde el sofá de casa.
P.D. De momento el reportaje fotográfico estará basado en lo que tenemos colgado del año anterior. Parece que pasando Astorga la infraestructura se ha modernizado y ya no es el ordenador hogareño que nos encontrábamos en las tierras de Burgos y Palencia si no un sistema de cibernético de "mete moneda" pero no metes mano al ordenador. Con lo que a ver si en las tierras Galegas y en esos pueblos con encanton nos dejan meter la mano y conectar nuestro USB para descargar las fotos. Joder con el inventito, ya me ha pelado un euro y quedan 5 minutos.