
Vamos a comenzar diciendo que desde el día anterior ya nos empezamos a "
emaparanoiar". Yo en mis apuntes
particulares tenía
anotado que el albergue municipal de
Ribadixo era una maravilla, así que desde
Donosti ya llevábamos la idea de parar allí. A medida que transcurría la etapa,
fuimos oyendo a diferentes peregrinos hacer comentarios sobre el

albergue. En "Casa Domingo" la hospitalera nos corroboró lo que sabíamos pero que teníamos que darnos caña porque se ocupaba enseguida. Casualidad acabamos saliendo mas tarde que nunca y para colmo
nuestros bastones se quedaron atrapados en el albergue sin posibilidad de
recuperarlos. A las 8 de la mañana salimos a buen ritmo y ya para ir calentando y como no, empezamos con una buena cuesta que como diría trillo: "manda
güevos". A medida que avanzábamos cada vez se oían mas comentarios de
Ribadixo y nos iba entrando una especie de obsesión absurda que nos perseguiría a lo largo de toda la carrera, perdón, etapa. ¿Habéis visto alguna vez en las barracas de las ferias la famosa carrera de camellos que van avanzando "a
tuti jorobi" hasta llegar a meta. Pues no hay mejor comparación que esa, entre
las mochilas

y el
carrito, no parecíamos otra cosa. Ni los de
Pekin Express iban tan veloces en las pruebas como los peregrinos.
Fijaos como íbamos que a pesar de ser una etapa sin llanos, la hicimos en 4 horas 30 minutos descansos
incluidos cuando era de 22 km. Los mojones de descuento se iban sucediendo y ya no era importante si estábamos a menos de 50 o de 45 de Santiago ya lo importante era llegar y coger plaza. Para descartar a los
contrincantes,
íbamos utilizando diferentes métodos de disuasión, cáscaras de plátano, aceite por el suelo, chinchetas, pintar flechas en

direcciones contrarias etc. Todo con tal de conseguir nuestro objetivo del día.
A dos kilómetros de meta los camellos
Cuena sacan una cabeza de ventaja al resto y lanzando las
credenciales a la cola consiguen un
meritoso 17
avo puesto. El albergue como decían, digno de estar, al
ladito del río y unas
instalaciones de lujo. La etapa como el resto de las de
Galicia, un paisaje bucólico que se sucede entre subidas y bajadas, bosques de hayedos y eucaliptos, riachuelos, en fin, una
verdarera gozada.

Nota de Valen: Por su puesto que me acordé de los San Marciales, pero la verdadera marcha la
llevábamos nosotros en el cuerpo y todo los días acabamos desfilando un poco. Para muestra la foto de la bajada a
Ribadixo.
2 comentarios:
¡ Hola Cuena/Ballesteros ¡
Ya en miña terra galega hace un tiempo veo que realmente soy de lo que no hay y menos mal que no apostamos nada al respecto pero ¡¡ LO HABEIS LOGRADO ¡¡¡hasta con sprint final cerca de la etapa. ¡
Mucha fuerza para los últimos dias que os quedan.
Saludos desde el otro lado de la red.
Desde luego que ya no nos sorprendéis logrando concluir este reto etapa a etapa..."tipi-tapa, tipi-tapa"
Parece que le habéis cogido el truco a esto del camino, os veo lanzados, qué digo yo, estáis como motos, y más animados que nunca, incluso al leeros transmitís un optimismo que ni el mismísimo Zapatero osaría.
Seguid disfrutando de cada momento familia!
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;))
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